La huella de Rodoreda en Romanyà de la Selva | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

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La huella de Rodoreda en Romanyà de la Selva

Mercè Rodoreda fue una de las escritoras contemporáneas más influyentes de la literatura catalana. En el pueblo donde pasó los últimos años de su vida, Romanyà de la Selva, se puede recorrer la geografía literaria de la escritora a partir de doce puntos clave que ya forman parte de la historia literaria de Catalunya
Girona
En 2008, la Cátedra Patrimonio Literario Maria Àngels Anglada - Carles Fages de Climent de la Universidad de Girona y el Consorcio de las Gavarres crearon una ruta que repasa la relación entre Mercè Rodoreda y Romanyà de la Selva, donde pasó sus últimos días y que inspiró sus últimas obras.
 
Mercè Rodoreda describía como “sensacional” el pueblo de Romanyà de la Selva, en el Baix Empordà, donde “las casas están bastante separadas las unas de las otras”, decía la autora. Se debe a que este pequeño pueblo, que pertenece al municipio de Santa Cristina d’Aro, se encuentra en plena sierra de las Gavarres, un espacio natural donde Rodoreda pasó los últimos once años de su vida y que distaba mucho de su Barcelona natal, del París donde se exilió primero y de la Ginebra de después. Un pueblo que la escritora catalana más destacada del siglo XX puso de manifiesto en algunas de sus últimas obras, como Espejo roto, Cuánta, cuánta guerra… y Viajes y flores.
 
La ruta, elaborada por la Cátedra Patrimonio Literario Maria Àngels Anglada - Carles Fages de Climent de la Universidad de Girona y el Consorcio de las Gavarres, propone un itinerario autoguiado por aquellos rincones que marcaron el escenario de Rodoreda entre 1972, año en que volvió a Cataluña del exilio, y 1983, cuando falleció.
 
Parte de la plaza de la Rectoria y se trata de una ruta de una hora y media que sigue las ubicaciones clave de su vida en Romanyà: el refugio y restaurante Les Gavarres, donde se alojó las primeras noches en el pueblo; el Senyal Vell, la casa de Carme Manrubia, amiga de Rodoreda, donde la escritora vivió los primeros años en Romanyà de la Selva y donde escribió y acabó sus obras; el mirador de las Mirandes, el bosque que tanto la inspiró; el dolmen de la Cueva d’en Daina; o el cementerio del pueblo, donde está enterrada y hay un busto suyo. La visita a estos espacios se complementa con numerosos fragmentos de sus libros, que ofrecen testimonio de cómo Rodoreda puso en palabras el paisaje que la iba acompañando. En la obra Aloma ya dijo que “las cosas eran bonitas, la vida no tanto”.
 
Su jardín, las encinas de las Gavarres y el ambiente general de Romanyà de la Selva son esenciales para entender la última parte de la obra de Mercè Rodoreda, que hizo del entorno físico un entorno literario en el que plasmar sus últimas historias, eternamente marcadas por las flores de su jardín de infancia, que persiguió toda una vida.
 
La ruta Mercè Rodoreda recorre la geografía literaria de la escritora a partir de doce puntos clave de la localidad, que ya forman parte de la historia literaria de Cataluña.


 
Esta propuesta de escapada ha sido elaborada en colaboración con la revista Descobrir.