Pasearse por el pomposo interior original de una mansión modernista sólo es posible en contados edificios. Uno de los mejor conservados es la Casa Navàs de Reus.
Flanqueando la plaza del Mercadal desde un chaflán, la casa tienda de la familia Navàs-Blasco es una de las obras más lujosas proyectadas por el arquitecto
Lluís Domènech i Montaner. La fachada del edificio se mantiene majestuosa pese a haber quedado dañada durante los bombardeos de la Guerra Civil. Sin embargo, el verdadero tesoro se encuentra en las estancias interiores que maravillarán a los amantes del Modernismo. La mejor muestra de artesanías se encuentra en cada rincón de la casa: vidrieras de colores, pinturas murales, cerámicas con motivos florales, tapicería de seda y mobiliario elaborado por los ebanistas más reconocidos del momento. La suntuosidad del espacio da ya una idea sobre el poderío económico de sus propietarios, importantes comerciantes de tejidos, así como de la relevancia de
Reus en la época, como
segunda capital catalana.