Las cuatro grandes crónicas fueron escritas a finales del siglo XIII y durante el XIV y forman el mejor conjunto historiográfico de la Europa medieval. Sus autores, Jaime I, Bernat Desclot, Ramon Muntaner y Pedro el Ceremonioso, pretendían dejar constancia de unos hechos que querían tener valor didáctico. Las obras de Jaime I y Pedro el Ceremonioso se consideran las únicas autobiografías de monarcas medievales.
En la primera de las crónicas, el Llibre dels feits, el rey Jaime I dicta los hechos de su vida, obviando lo que le puede perjudicar, para transmitir la imagen de un monarca heroico y caballero.
En el Llibre del rei En Pere, Bernat Desclot, no es testigo directo de lo que cuenta. Aunque destaca por su cuidadoso trabajo de documentación, su relato ofrece una visión claramente interpretativa de Pedro III de Aragón.
A pesar de ser testigo directo de muchos de los hechos que relata, el Llibre de Ramon Muntaner el autor manipula la historia. Tampoco esconde su entusiasmo por los monarcas catalanes, que los considera seres sobrenaturales protegidos por la gracia divina.
La cuarta de las crónicas, el Llibre del Rei Pere III (Pedro IV de Aragón), destaca por su calidad literaria. Sin embargo, siempre ha sido menos considerada porque se aleja del espíritu épico y caballeresco y presenta un rey obsesionado por imitar y superar sus antecesores.
En la Biblioteca de Cataluña se conservan códices de las cuatro grandes crónicas.