El Palau de la Música Catalana y el Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau, obras del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, son dos edificaciones emblemáticas de la arquitectura modernista catalana. Situadas en la ciudad de Barcelona, se construyeron durante los primeros años del siglo XX y forman parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1997.
Los dos edificios son buenos ejemplos de la arquitectura modernista un corriente artístico surgido en Europa a finales del siglo XIX que en Cataluña y, sobre todo en Barcelona, tuvo una gran difusión.
Tanto el Palau de la Música Catalana como el Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau son edificios de uso público en los que se fusionan la tradición y la modernidad. En ellos se evidencia una importante renovación de técnicas tradicionales y la incorporación de soluciones arquitectónicas nuevas. A su valor arquitectónico se le añade la belleza y la exuberancia decorativa, convirtiéndose en obras de una significación artística e histórica universal.
Estas construcciones escenifican de forma magistral la esencia del modernismo y de la época en la que se inserta: más allá de la vertiente artística, representó un movimiento ideológico amplio, fundamentado en la modernización del país y la búsqueda de una identidad en un contexto histórico donde la sociedad civil, sobre todo la burguesía, se convirtió en la más leal patrocinadora.