En 1927, el coronel zarista exiliado Nicolai Woevodsky y su esposa Dorothy Webster, aristócrata inglesa aficionada a la decoración, buscaban un
lugar paradisíaco en el Mediterráneo donde establecerse. Cerca de Calella de Palafrugell, sobre un acantilado de Cap Roig, construyeron un castillo que les ligaría a este sitio el resto de su vida (hasta pidieron ser enterrados allí). El edificio estaba rodeado por un idílico jardín botánico, considerado
uno de los más importantes del Mediterráneo.
El propio Nicolai diseñó la mansión, de estilo neomedieval (imitando el
monasterio de Poblet), que se empezó a construir en 1931 y se acabó en 1975. Popularmente se conoce como “Cal Rus”, por el origen de su propietario. Aun así, el matrimonio vivió siempre en la finca que da al acceso del
jardín botánico. Éste es el principal legado de Dorothy Webster. Ella y un equipo de jardineros de la zona se encargaron de condicionar las 7 hectáreas de terreno para poder plantar diferentes especies. En 1935 eran
más de 500 entre flora mediterránea, tropical y subtropical.
Cuando el matrimonio murió, la finca paso a la Fundación Caixa Girona y luego a la Obra Social “la Caixa”, que ha convertido el terreno en un
parque de esculturas de artistas contemporáneos con obras de Jorge Oteiza, Jaume Plensa o Xavier Corberó. Cada verano estos jardines acogen un prestigioso ciclo de conciertos: el
Festival Jardins de Cap Roig.