Desde 1992, se ha creado una nueva Barcelona que atrae arquitectos reconocidos y se postula como referente del diseño. En ella destacan la Torre de Collserola, de Norman Foster; L’Auditori, de Rafael Moneo; el TNC, de Ricardo Bofill; o el Puente de Bac de Roda , de Santiago Calatrava.
La Villa Olímpica y el Anillo Olímpico con el flamante Palau Sant Jordi, obra del arquitecto japonés Arata Isozaki, han dado paso a otros símbolos de la Barcelona contemporánea.
Y es que barrios enteros de la ciudad se vinculan a una arquitectura posmoderna, como el 22 @, un distrito de Barcelona dentro del barrio industrial de Poblenou que está creando un nuevo modelo urbanístico basado en la tecnología, la eficiencia y la sostenibilidad. Presiden la zona la Torre Agbar, de Jean Nouvel, y el nuevo Museo del Diseño de Barcelona, ubicado en un singular edificio en la Plaza de las Glorias.
Otro núcleo de modernidad es el corazón de El Raval, en la confluencia del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Los dos centros recogen la esencia del arte y la cultura del siglo XX y XXI.