El sonido de las campanas, la vista de las montañas y la sensación de paz y recogimiento hacen de la visita a la iglesia de Sant Climent de Taüll una experiencia única.
El templo más grande del Conjunto Románico del Valle de Boí ofrece un exterior cautivador: el esbelto campanario de veinticinco metros de altura y los muros de piedra desnuda se integran perfectamente en el paisaje de Taüll. Pero al cruzar la puerta empieza el viaje en el tiempo.
Sobre las paredes de la nave, un vídeo mapping recrea las pinturas al fresco que revestían el interior de la iglesia en el siglo XII y que, actualmente, se conservan en el
Museo Nacional de Arte de Cataluña. La proyección revela el proceso de trabajo que el Mestre de Taüll siguió para decorar el interior con los colores, la iconografía y el característico estilo románico de figuras tan emblemáticas como el imponente Pantocrátor del ábside central, imagen por excelencia del románico catalán.