En el piso superior del edificio de la Llotja de Mar de Barcelona, encontramos una de las instituciones clave en la vida cultural de Cataluña en el siglo XIX y principios del XX. Es la
Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, creada en 1850 para velar por el patrimonio catalán y fomentar la enseñanza de las bellas artes a través de la Escuela de la Llotja. Ahora, desligada de su tarea educativa, está centrada en la difusión de su
fondo artístico, bibliográfico y archivístico.
Su colección de arte está formada por más de 700 pinturas, 250 esculturas y varios dibujos y grabados de artistas desde el siglo XVI hasta el siglo XX: desde Annibale Carracci o Juan Ribalta hasta Modest Cuixart o Josep Maria Subirachs. Son destacables las colecciones de dibujos de Pablo Milá i Fontanals y de Lluís Rigalt. Aún así, el Museo de la Academia es un referente, sobre todo, en
arte catalán de los siglos XVIII-XIX, con pinturas de Mariano Fortuny y Ramón Martí Alsina, entre otros.
Muchas de las obras proceden de la Escuela de la Llotja. Otras de conventos e iglesias, de donaciones o de compras. La parte principal de la colección se puede ver en el edificio de la Llotja de Mar, ocupando las diferentes salas de la Academia, que mantienen su apariencia original. Sin embargo, algunas de sus piezas más destacadas se encuentran en depósito en el
MNAC y otros museos.
La Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge también tiene una importante biblioteca y un archivo que reúne diversos fondos documentales relacionados con las bellas artes y también la fotografía.