Como fenómeno popular y social, la fiesta sardanista destaca por su capacidad de captar público y danzantes. Es necesario solamente un entarimado en una plaza y una docena de sillas para los músicos de la copla.
En la popular danza catalana, caracterizada por un corro que forman los danzantes cogidos de la mano, la música y la melodía tienen tanta importancia como la coreografía, y han alcanzado un valor sinfónico propio.
La mayoría de teorías coinciden en que la sardana tiene su origen en danzas griegas o prerromanas, y en que el baile actual es la interpretación de la contradanza, una danza litúrgica del siglo XIX.
El gran responsable de su modernización y popularización fue el músico Pep Ventura, que durante el siglo XIX modificó la estructura de la sardana e introdujo la tenora en el conjunto instrumental. Su carga de identidad hay que atribuirla al líder de la Lliga Regionalista, Francesc Cambó, que a principios del siglo XX convirtió la sardana en "danza nacional de Cataluña".
Actualmente se organizan hasta 5.000 actividades sardanistas en todo el país entre romerías, bailes, audiciones, conciertos, concursos de composición y concursos de "colles".